31 de octubre de 2009

Wolfram alpha

Quizá yo sea el último inepto en enterarme pero he encontrado esta página, que me ha parecido una chulada.

www.wolframalpha.com




Básicamente se trata de una página que busca todos los datos disponibles de lo que preguntas y te lo presenta. También sirve para cálculos matemáticos, convertir unidades... Dejo un video introductorio al respecto.






Nota: Stephen Wolfram es el tio que creó el programa Mathematica

30 de octubre de 2009

La Columna del Odio: RAE

No, no se trata de una columna dedicada a la Real Academia Española, que no deja de demostrarme que conozco más palabras que la mayoría de monos pseudo-analfabetos que me rodean, sino a la entrega de premios al Rendimiento Académico excelente.
Era lunes, con todo lo que eso implica: inicio de la semana laboral, clases hasta las tres y esa maldita sensación de acabar de salir de la novena esfera del Paraíso para adentrarse en el noveno círculo del Infierno.
La cosa no mejoró cuando los autores de mis días, en un futil intento por hacer valer sus derechos paternos, quisieron acompañarme a la entrega. Pero en una maniobra táctica digna de Cannas -y no exagero ni un millón de ápices-, salí corriendo para esconderme en la casa de Parmenio/Shinsajo Remon.
Por supuesto, eso implicó que él vendría conmigo para saciar su ansia fotográfico-estética, y se dedicaría a sacar fotos de todo cuanto pudiera demostrar ser gratificantemente indie.
Tras parafrasear a Isabel Coixet un par de veces, llegamos al Conservatorio de música, lugar en el que se suponía debían entregarnos nos excelsos premios a la excelencia -a partir de ahora, excelentísimo señor.
Y se suponía bien.
La ceremonia, tras encontrar a los dos interfectos de mi instituto que también recibían reconocimiento, se sucedió entre lacrimógenos discursos de políticos más lacrimógenos aún. Pronto comenzaron a llamar a los ganadores del premio al esfuerzo (nótese la diferencia entre ellos, que aún esforzándose, no reciben premios a la excelencia, y yo, que sin esforzarme sí los recibo).
Aunque al final la diferencia entre ambos premios era nula: un diploma, un libro, y un llavero.
Bien, lo último era desquiciante. Un bolígrafo, como mínimo, sirve de algo: incita a estudiar. Un llavero con el escudo de la autonomía a lo más que incita es a la apátrida concepción de los -en mala hora- compatriotas.
Tras eso, el verdadero premio. Un conservatorio de música sin música no es un conservatorio de música. Aunque sí que es un conservatorio de música sin música, pero ni es el caso ni viene al caso.
Tres piezas, de las cuales debo destacar la segunda. La reconocí por el nombre, ya que sale en la banda sonora de El Padrino III: Preludio de la Caballeria Rusticana, de Pietro Mascagni.
Luego, todo fue convite (del que huí) y gente (de la que también huí).
Una naranjada y una croqueta más tarde, estaba de vuelta en casa.

18 de octubre de 2009

Doooooolooooor¡¡¡¡¡¡¡¡¡




Ya se que cara tenéis ya lo sé... ya... lo sé...era innecesario pero... éste es el estado actual del pito de H. Y sí se queja muuucho.

16 de octubre de 2009

Chuck Norris

Hoy he encontrado esto en un blog

# Chuck Norris contó hasta el infinito 2 veces.

# Chuck Norris no deriva, Chuck Norris desintegra.

# Chuck Norril puede dividir entre cero cunado le apetece.


* Los agujeros negros son los sitios del universo en los que Chuck Norris dividió por cero. (Versión mejorada del hecho anterior, cortesía de Ford Perfect)


# El último dígito de π es Chuck Norris. Él es el final de todo.

# Chuck Norris puede conseguir que ex se integre en la fiesta de funciones.

# En los exámenes de matemáticas de Chuck Norris, la respuesta a todas las preguntas fue "Violencia". Por supusto obtuvo un 10: Para Chuck Norris la violencia es la solución a todos los problemas.

# Chuck Norris obtuvo la determinante de una matriz m x n x p x q x r x s x t x u.

# Chuck Norris puede cuadrar el círculo.

# Chuck Norris puede dibujar un polígono con 2 lados.

# Los ángulos de un triángulo hecho por Chuck Norris suman más de 180 grados. De hecho pueden medir lo que él quiera.

# Chuck Norris es capaz de sacar un 2 en un sistema binario.

# Chuck Norris arrancó la otra cara de la Banda de Moebius tras beberse el líquido que había en la Botella de Klein.

# Chuck Norris robó el margen del cuaderno de Fermat.

# Chuck Norris se sabe de memoria la solución de todos los Sudokus.

# Chuck Norris soluciono el problema de los tres cuerpos.

# Chuck Norris le sugirió a Riemman su hipótesis, pero nunca le dijo la solución.


y he recordado esta web

13 de octubre de 2009

El video musical del año

Notaréis que la traducción en ocasiones es un poco libre, pero no he encontrado ninguna mucho mejor.

Simplemente grande.


8 de octubre de 2009

lo nuevo de Michael Moore

http://prensa-preventiva.blogspot.com/2009/10/tensa-entrevista-de-michael-moore-en-la.html

Fascistas?¡

De todas las preguntas sin respuesta de nuestro tiempo, tal vez la más importante sea ésta: “¿Qué es el fascismo?”.

Una de las organizaciones de estudios sociales que hay en los Estados Unidos recientemente formuló esta pregunta a cien personas distintas, y encontró respuestas que iban desde “democracia en estado puro” a “lo diabólico en estado puro”. En Inglaterra, si se pide a una persona corriente, con capacidad de pensar, que defina el fascismo, por lo común responde señalando a los regímenes alemán e italiano. Y ésta es una respuesta insatisfactoria, porque incluso los principales Estados fascistas difieren entre sí en gran medida, tanto por estructura como por ideología.

Por ejemplo, no es fácil que Alemania y Japón encajen en un mismo marco, y es aún más difícil en el caso de algunos de los pequeños Estados que se pueden definir como fascistas. Suele darse por sentado, en efecto, que el fascismo es inherentemente belicoso, que prospera en un ambiente de histeria bélica, que sólo puede resolver sus problemas económicos mediante preparativos de guerra o mediante conquistas en el extranjero. Pero éste no es el caso, claramente, ni de Portugal ni de las diversas dictaduras sudamericanas. Asimismo, se supone que el antisemitismo es uno de los rasgos distintivos del fascismo, pero algunos movimientos fascistas no son antisemitas. Algunas polémicas eruditas, cuyo eco se escucha en las revistas norteamericanas desde hace muchísimos años, no han servido para precisar si el fascismo es o no una forma de capitalismo. Sin embargo, cuando aplicamos el término “fascismo” a Alemania, a Japón, a la Italia de Mussolini, sabemos, a grandes rasgos, a qué nos referimos. Es en la política interior donde la palabra ha perdido el último vestigio de significado que pudiera tener. Si se examina la prensa, se descubre que no hay, prácticamente, ningún conjunto de ciudadanos –ningún partido político, desde luego, y tampoco ninguna organización, de la clase que sea– que no haya sido denunciado por fascista a lo largo de los últimos diez años.

Aquí no me refiero al uso verbal del término “fascista”. Me refiero tan sólo a lo que he visto publicado. He visto las palabras “de simpatías fascistas”, o “de tendencia fascista”, o “fascista” a las claras, aplicadas con toda seriedad a los siguientes grupos:

Conservadores: todos los conservadores están sujetos a la acusación de ser subjetivamente profascistas. El gobierno británico en India y en las colonias se tiene por algo idéntico al nazismo. Las organizaciones de lo que cabría llamar tipo patriótico o tradicional se tildan de criptofascistas o de “mentalidad fascistoide”. Ejemplos de ello: los Boy Scouts, la Policía Metropolitana, el MI5, la Legión Británica. Frase clave: “Los colegios privados son caldo de cultivo del fascismo”.

Socialistas: los defensores del capitalismo a la antigua usanza defienden que el socialismo y el fascismo son una y la misma cosa. Algunos periodistas católicos sostienen que los socialistas han sido los principales colaboracionistas en los países ocupados por los nazis. La misma acusación se vierte, desde otro ángulo, por parte del Partido Comunista, en especial, durante sus fases ultraizquierdistas. Entre 1930 y 1935, el Daily Worker habitualmente se refería al Partido Laborista llamándolo Fascistas Laboristas. De ello se hacen eco otros extremistas de izquierda, como los anarquistas. Algunos nacionalistas indios consideran que los sindicatos británicos son organizaciones fascistas.

Comunistas: una escuela de pensamiento considerable se niega a reconocer que haya ninguna diferencia entre los regímenes nazi y soviético, y sostiene que todos los fascistas y todos los comunistas apuntan aproximadamente a lo mismo, y que incluso son, en cierta medida, las mismas personas. En el Times (antes de la guerra), más de un cabecilla se ha referido a la URSS como “país fascista”. Asimismo, desde otro ángulo también se hacen eco de esto los anarquistas y los trotskistas.

Trotskistas: los comunistas achacan a los trotskistas, esto es, a la propia organización de Trotsky, el ser un grupo de criptofascistas pagados por los nazis. Es algo que la izquierda, casi en bloque, creyó a pie juntillas durante el período del Frente Popular. En sus fases ultraderechistas, los comunistas tienden a aplicar esa misma acusación a todas las facciones que se hallen a la izquierda de ellos mismos.

Católicos: fuera de sus propias filas, a la Iglesia Católica se la tiene universalmente por organización protofascista, tanto objetiva como subjetivamente.

Antibelicistas: los pacifistas y otros grupos contrarios a la guerra son a menudo acusados de ponerle al Eje las cosas mucho más fáciles, e, incluso, se les adjudican sentimientos profascistas.

Partidarios de la guerra: los que se resisten a la guerra suelen fundamentar sus alegatos en que las aspiraciones del imperialismo británico son aun peores que las del nazismo, y tienden a tachar de “fascista” a todo el que sueñe con una victoria militar. Además, toda la izquierda tiende a equiparar militarismo con fascismo. Los soldados de a pie con cierta conciencia política casi siempre se refieren a sus superiores tachándolos de “fascistoides” o “fascistas por naturaleza”. Las academias, los escupitajos, el betún, el saludo a los oficiales son conductas consideradas propensas al fascismo. Antes de la guerra, sumarse a los territoriales era tenido como muestra de tendencias fascistas. El reclutamiento obligatorio y el ejército profesional son denunciados como fenómenos parafascistas.

Nacionalistas: el nacionalismo se considera de manera universal como algo inherentemente fascista, aunque esto sólo se aplica a movimientos nacionales que el orador desapruebe. El nacionalismo árabe, polaco, finlandés; el Partido del Congreso de la India, la Liga Musulmana, el sionismo y el IRA han sido descritos como movimientos fascistas, aunque no siempre por parte de ellos mismos.

Tal como se emplea, bien se ve que la palabra “fascismo” carece casi por completo de significado. En la conversación, claro está, se emplea con mayores desatinos que en letra impresa. La he oído aplicada a los agricultores, a los tenderos, al Crédito Social, al castigo físico, a la caza del zorro, a los toros, al Comité de 1922, al Comité de 1941, a Kipling, a Gandhi, a Chiang Kai-chek, a la homosexualidad, a los programas radiofónicos de Priestley, a los albergues de juventud, a la astrología, a las mujeres, a los perros y no sé a cuántas cosas más.

En todo este lío considerable subyace una suerte de significado oculto. Para empezar, está bien claro que hay diferencias grandes, algunas muy fáciles de señalar, aunque no tanto de explicar, entre los regímenes llamados fascistas y los democráticos. En segundo lugar, si “fascista” significa “en sintonía con Hitler”, algunas de las acusaciones que he enumerado antes tienen, naturalmente, mucha más justificación que otras. En tercer lugar, incluso aquellos que emplean como arma arrojadiza la palabra “fascista” sin ningún reparo, le dan un cierto sentido emocional. Al decir “fascismo” se refieren, grosso modo, a algo cruel, carente de escrúpulos, arrogante, oscurantista, antiliberal y contrario a la clase obrera.

Pero es que el fascismo también es un sistema político y económico. Así las cosas, ¿cómo es que no disponemos de una definición clara y ampliamente aceptada? Por desgracia, no la tendremos, o al menos, no de momento. Aclarar el porqué sería demasiado largo; esencialmente, se debe a que es imposible definir el fascismo satisfactoriamente sin reconocer cosas que ni los propios fascistas, ni los conservadores, ni los socialistas de ninguna adscripción están dispuestos a reconocer. Todo lo que se puede hacer es emplear la palabra con una cierta circunspección y no, como se suele hacer, rebajarla a nivel del insulto o de la palabra malsonante.



Esta reflexión sobre los usos de la palabra “fascista” fue publicada por Orwell el 24 de marzo de 1944 en su columna semanal del diario Tribune. Una selección de esas columnas, junto con sus recuerdos de la Guerra Civil, diarios de guerra, ensayos sobre la lengua inglesa y la unidad europea, entre otros temas, acaba de ser publicada por Fondo de Cultura Económica bajo el título Matar a un elefante y otros escritos.