28 de mayo de 2008

Despedirse a la francesa

El otro día me vino a la mente esta expresión, vete tú a saber porqué y qué debió pasar para que ello sucediera, pero el hecho es que pasó. Y dado mi natural curioso busqué en internet que podría querer decir. Decidí que mis pesquisas no podían quedar en mi humilde persona así que aquí os doy a conocer lo que encontré sobre tan castiza expresión y sobre tan habitual forma de despedirse:


"Durante el siglo XVIII se implantó una moda entre las personas de la alta sociedad de Francia, moda que consistía en retirarse de un lugar en el que se estaba realizando una reunión o velada, sin despedirse, sin tan siquiera saludar a los anfitriones. Llegó a tal extremo este hábito, que era considerado un rasgo de mala educación lo contrario, saludar en el momento de la partida. No se objetaba, por ejemplo, que la persona mirase el reloj para dar a entender las circunstancias por las que debía retirarse, pero de ninguna manera se veía con buenos ojos que saludase antes de ausentarse. Esta costumbre, en Francia dio origen al dicho “sans adieu” (sin adiós), que en el lenguaje coloquial español se acuñó en la forma "despedirse a la francesa", pero en este caso como equivalente de reprobación del comportamiento de alguien que, sin despedida ni saludo alguno, se retira de una reunión." (la negrita es de un servidor)

Sin embargo en otra página encontré que la expresión "sans adieu" quería decir despedirse con la intención de volver a encontrarse, una fórmula protocolaria más que nada. Y que los españoles adoptaron como literal.


En fin, a mi qué queréis que os diga, que me esperaba más por eso ahora os jodéis y leeis el post (ya lo habíes leido) como yo me leí la mierda esta.

24 de mayo de 2008

¿Ciencias o letras? Esa es la pregunta de un hombre sin honor

Hola,

Me llego a este humilde rincón a aconsejar a una alma cándida y perdida que tiene en mente la pregunta del título.
Sé que para los miembros del blog la pregunta resulta inverosímil puesto que la respuesta es trivial y simple y por tanto jamás en nuestra existencia no ha habido ni siquiera la posibilidad de creer que tal dilema fuera planteable.

Para empezar joven padawan ese dilema que tienes lo debes resolver el año que viene cuando pases de 4º de ESO a bachiller. Ahora en cuarto debes coger las asignaturas difíciles (y entre ellas incluyo el latín) porque son las que te prepararan para el enorme salto que supone el pasar a bachiller sea cual sea. Hazme caso este tipo de cosas es a lo que me dedico, soy tutor de 2º ciclo de la ESO y por lo visto conozco mejor mi trabajo que la oligofrénica que debe ser tu tutora.

Y ahora, la razón por la que debes elegir ciencias. La primera porque las ciencias es el lugar natural de todo friki, y tú, chaval, eres un friki del doce (... como nosotros), la segunda porque House es de ciencias y recuerda que insultar es mejor que alabar.

La tercera porque aunque gente espabilada e idiota, la hay en todas partes (en ciencias teníamos a un tal mudito), desgraciadamente para los de letras allí hay más. Es decir, que en ciencias están los que quieren estudiar y en letras están los que quieren estudiar más los que no tienen donde caerse muertos. Por ejemplo tengo un alumno que pasará a bachiller sociales y que en un examen me escribió "Hacido clorico", ¿a qué duele?

La cuarta porque puedes ser licenciado en ingeniería y leerte un libro de antropología, pero no puedes ser antropólogo y leer un libro de ingeniería. Y leer va a llenar gran parte tu vida, va siendo hora de que aprendas que las orgías son un mito. Además cuando dices físico te miran con admiración (no la suficiente), pero si dices filólogo... causar hilaridad es lo mínimo que puedes esperar en tus interlocutores.

PERO ( y lo pongo así porque es un gran pero), en ciencias hay menos mujeres, también es verdad que son más malas y por eso molan más. Pero siguen siendo menos. Y dada nuestra poca o nula habilidad para entablar relaciones con el sexo opuesto (y relaciones humanas en general) es un aspecto muy a tener en cuenta.

Al final sobresale una sola razón para hacer ciencias y es que somos el lado oscuro y eso mola que te cagas.

Un saludo,

Fdo: Xu, científico, friki y tío rarito en general

3 de mayo de 2008

La Columna del Odio: Tutorías

Creo que no es el primer artículo que dedico a este execrable fenómeno natural que me entretiene cual anfiteatro romano.
Juro por los cielos que si en cuarto me dan a elegir Estudio y Tutoría, lo haré. Lo elegiré porque es lo único que le da sentido a mi existencia.
El caso de la clase contra el sujeto C continúa, y ahora ya toma dimensiones cada vez más rocambolescas y extravagantes.
Ya que, si bien dedicar una tutoría (otra) a resolver este conflicto hace pensar en una muestra de buena fe por parte del tutor, también hace pensar en narices enrojecidas, pechos flemosos y voces nasales de tanto intentar hablar con la nariz taponada, de pensamientos enfermizos y palabras idiotas.
La ofensa, poco más o menos, sería la siguiente: el sujeto M', en un arrebato de ira, decidió presuntamente robarle algo al sujeto C. Éste, enfadado, pidió que se lo devolviese, y ante la reiterada negación del acto por parte del sujeto M', quien, defendiendo su inocencia, comenzó a gritar a los cuatro vientos que siempre le echaban las culpas a ella.
En ese momento, aprovechando el caos general, un sujeto de, digamos, generosas protuberancias mamarias (y escotes que, en ese símil, rozan a la Madre Teresa) y una contribución poco saludable al Calentamiento Global, decide decir que a ella también le robaron una goma, y que como la que se lo robó es su amiga, no pasa nada. Porque, claro, como tienen mucha confianza se lo puede robar. Porque no sería robar, sería coger prestado. Y que no pasaba lo mismo con otras personas (se levanta y señala al ala derecha de nuestra clase {ese ala en el que se dan esos repentinos cambios de phyles, entre canis y neo-hippies}, sin dejar de exclamar que le robaron no sé qué).
Cuando decide sentarse (todo el mundo la mira, pero no por su pelo pajizo {en la textura}), el tutor se da cuenta de que esto no puede seguri así, y decide usar su voz de bajo para acallar los ánimos.
Como era de esperar, si alguna vez llegan a callarse, todo vuelve a comenzar. Sus cerebros no entienden (o deciden no entender), haciendo alarde del más puro estilo de mi tío (que, creo, está en mi sofá viendo una película de porno alemán, conmigo en la habitación de enfrente, ahora invitado en esta casa), y vuelven a discutir.
En ese momento, alardeando de una madurez sobrehumana, una de las neo-hippies dice que todo esto le parece una tontería, porque, mem, somos lo suficientemente maduros para guardar nuestras cosas.
Reprimo una carcajada nerviosa, me muerdo el labio para no caerme al suelo y comenzar a reír como un poseso, ya que, si, en efecto, fuésemos lo suficientemente maduros, todo esto no haría falta, y podríamos habernos dedicado a hablar de cosas realmente importantes, como quemar a los sujetos M' y C en una pira mientras chillan como los cerdos que fueron en reencarnaciones pasadas.
En efecto, la gente que me rodea tiene tan pocas cualidades que haría más relatando mis males a las piedras, pues aunque éstas no me responderían, son de mejor calaña que esa gente. Una piedra guarda silencio y no puede ofender a la inteligencia. Mientras que esa gente, con sus lenguas, condenan a muerte a los pensamientos más brillantes, acallando sus mentes y cubriéndolas de hormigón, como Tchernóbil (de cuyo reactor debieron salir sus infectos cerebros).
En fin, que tendré suerte si eso no viene a poblar mis pesadillas esta noche.