24 de septiembre de 2008

De vals va la cosa

En educación física, al final de curso, quizá nos hagan bailar vals, o tango, o chachachá.
Sin duda, puestos a elegir, prefiero el vals.
Un dos·tres, un dos·tres, un dos·tres.

The Last Waltz, de Gho Young-wuk (OldBoy)


Segundo Vals, Jazzsuite, de Dimitri Shostakovich


La Valse d'Amélie, de Yann Tiersen (Le fabuleux destin d'Amélie Poulain)

17 de septiembre de 2008

Funcionarios

Dos días en ese antro y ya estoy hasta el gorro, este va a ser un curso muuuuuuuy largo.
La mañana ha empezado como era de esperar, el jefe de estudios no ha solucionado lo de los grupos de tecnología y sigo teniendo una clase con 2 alumnos y otra con 34 alumnos. Como ya me imaginaba que pasaría he advertido a una profesora de guardia (a la que denominaremos funcionaria recalcitrante) para que estuviera atenta porque intentaría averiguar cuál de los dos grupos tenía la hora equivocada y debía irse a otra aula y cuál se quedaba a dar clase conmigo.
Cuándo llevo un par de frases de explicación, me interrumpe conmocionada
Funcionaria recalcitrante - ¿Cuántos alumnos hay que guardar?
Yo- ehhhh¿¡ … Ninguno, estoy yo, pero seguramente habrá 10 o 12 que no están en el aula correcta y habrá que llevarlos a otra aula.
Funcionaria recalcitrante- Pero esto lo tiene que arreglar el jefe de estudios¡¡¡¡
Yo- sí, ya lo sé. Pero yo en el aula, no tengo sillas para todos y apenas caben, si veo quien está donde no toca, lo envío a su aula y así yo puedo ir dando clase.
Funcionaria recalcitrante – Pero yo no estoy aquí de guardia para estas cosas, le dices a que aula tienen que ir, y ya irán por su cuenta, ya lo arreglará el jefe de estudios.
Y tras esto se va muy digna a seguir con su café. Me pregunto qué entiende esta mujer que es estar de guardia. Y vale que el jefe de estudios tampoco parece un prodigio ni de inteligencia ni de eficiencia, pero es que con ayudas como esta…
Al final resulta que no es que se líen los alumnos, es que efectivamente a todos les han puesto la misma hora, menos a dos… brillante. Ya veremos como acaba porque tras una nueva conversación ( de pasillo claro, porque nadie parece que se vaya a sentar a resolverlo seriamente ) ha quedado con que ya lo mirarán y me dirán cosas.
La conversación preclara del día la he tenido con un alumno repetidor ( de tercero y de segundo ) que no obstante, parece razonable y incluso menos atontado que el resto, que me ha hecho saber tras presentar la asignatura, que estaba siendo demasiado optimista, citando textualmente, me ha dicho:
“Este no es un instituto como los demás, aquí nos dan lo justo para que podamos ir a FP, este no es ningún instituto serio donde de los de aprender”
“El año pasado nos tuvieron haciendo una casa de cartón durante dos meses, y el resto cortar maderas, y todo lo que hicimos en informática, en un año, fue una hoja de Excel y una página web con un editor”
Y lo peor es que me lo creo. Lo mejor es que el listón no está muy alto, a nada que haga ya triunfo.
De todas formas aún puede dar todo un nuevo giro inesperado, porque el profesor de tecnología del año pasado, sigue en el instituto pero ahora dando matemáticas y le interesaría cambiarme las clases. El director ha dado el visto bueno y la Consellería tiene la última palabra

12 de septiembre de 2008

Que perra es la guerra

Buscando en la chaqueta metálica he encontrado esta joya que a Xu tanto le gusta

Tutor IV

Y pasamos a la reunión de tutores, lo que es la reunión no ha sido gran cosa, el grupo de tutores es heterogéneo, un par funcionarios tipo, dos oligofrénicas, y Boris Izaguirre hecho profesor. Ni que decir tiene que el más coherente y candidato a poder mantener una conversación es Boris.
Tras los innumerables consejos de todos los que se enteran que seré tutor por primera vez, estoy perfilando mi presentación oscilo entre el estilo Patton,



o la Chaqueta Metálica, que creo que dadas las circunstancias es el adecuado

Tutor III

Pero como la diversión no tiene fin al día siguiente hay Claustro.
El Claustro ha sido de lo más movido y desde luego nada corriente
Empieza con una presentación del equipo directivo y luego sigue con la no votación del acta del claustro anterior porque tienen prisa (ya se hará otro día… claro que sí es una gente campechana sin formalismos).
Se pasa como tema estrella a la nueva normativa de expulsiones y amonestaciones, ya tengo un mal pálpito, no mola que este sea el primer tema del punto del día. De la nueva normativa, que a mí me parece de lo más razonable, deduzco que si antes no se hacía así debían tener muchos problemas. Efectivamente empieza a brotar la mierda, pero a brotar como en Gigante cuando descubre el petróleo, y me salpica como a James Dean. Un par de exaltados atacan al equipo directivo y poco menos que los tildan de ineptos, otros le defienden alegando que no se puede hacer nada, a lo que el sector crítico acertadamente responde que si no se puede hacer nada, dejemos de tener estos interminables claustros y se organicen rezos comunitarios del Rosario. No puedo evitar reírme, pero noto que soy el único. Como conozco a la gente, disimulo la risa y miro al que está sentado junto a mí con cara de reprobación.
Durante casi dos horas se tiran los trastos a la cabeza, básicamente por la mierda de alumnos que tienen, que parece ser que son más mierda que alumnos y que puede que ni como jabón puedan contribuir a la sociedad. Sale a relucir una lista de nombres con algunas de los buques insignia de lo quillaco, al parecer macarras doctorados, jóvenes promesas de la delincuencia, algún rookie incluso a debutado en las mayor league, a los que todos conocen. Rezo para que no hagan 3 o 4 ESO y estén en lo que ellos llaman el "grupo taller".
La conclusión es que más de la mitad de los alumnos se han marchado del instituto gracias a la fama que ahora tiene el instituto, y la mitad del claustro culpa a la ineptitud de la directiva y la otra mitad dice que no se podía hacer nada.
La otra hora se pierde en algo más típico, decidir los días de fiesta. No puedo evitar recordar con pena los aburridos claustros de mi antiguo instituto, que versaban sobre las tareas a realizar y no todo lo que no se puede hacer por culpa del alumnado.

Tutor II Reunión de nuevos profesores

Unos días más tarde logro averiguar cuando será la reunión de departamento, e incluso veo la convocatoria de una reunión para nuevos profesores.
Como una imagen vale más que mil palabras, la mejor manera de describir la reunión de nuevos profesores es ver este vídeo en el minuto 5, además en la biblioteca me sentía como el teniente.

Tutor

La verdad es que no sé muy bien por dónde empezar como bien dice el titulo de este post ahora soy TUTOR de un 3 ESO.
Pero para poder contar esta historia en todos sus matices hay que remontarse unas semanas atrás ( Lolo ya habrá dejado de leer ).
Al publicar las listas de interinos, contra todo pronóstico un tipo elige la plaza de profesor de programación de Inca a la que le yo aspiraba, una plaza que implica trabajarse las clases y un cierto grado de responsabilidad ya que los alumnos son mayorcitos como para ir perdiendo el tiempo.
Las primeras pesquisas indican que (y cito) “ este tipo es un vago y vive del cuento en la Consellería, dejará libre la plaza”.
Tras un tiempo prudencial y viendo que la plaza sigue ocupada me pongo en contacto con el interfecto, y con el jefe de departamento para ver qué sucede. El jefe de departamento me dice que lo ha visto y que le ha confesado que no tiene mucha idea de programar y que se quiere ir a la Conselleria. Con estos datos en la mano y haciéndome ilusiones se me ocurre ponerme en contacto con él para ver si agiliza los trámites puesto que pronto me llamarán para lo de las plazas y si todavía está sin liberar no la podré escoger (iluso de mí).
Me pongo en contacto con el interfecto que efectivamente me confirma los datos acerca de sus habilidades y desde luego deja entrever su poco interés en trabajarse las clases, no obstante me empiezan a caer los huevos al suelo cuando la conversación tiene fragmentos como este
Yo-¿Pero tú tienes idea de programar?
El Imbécil- No… (pausa dramática)… pero es que este instituto me pilla muy cerca de mi casa.
….
Yo-Pero… tendrás que preparar las clases, esto no es como dar matemáticas en ESO, esta plaza no la quieren ni los informáticos porque implica trabajo. Además si lo haces con el culo, te puedes cargar un curso de FP de grado superior que es gente que ya tiene los huevos pelados y no están para perder el tiempo…
El Imbécil- Ummmhh…. Si… ya… (verborrea no es su segundo nombre) es que… me pilla muy cerca de casa… además me voy media jornada a la Conselleria y la media jornada que me quedo ya me darán unos apuntes o algo… no dejarán que se hunda el curso.
En definitiva tras dos horas de conversación, sólo saco en claro que
a) Vive cerca de Inca
b) Se la suda no tener ni idea de la asignatura que tiene que dar
c) Directamente renunciará a la mitad de la plaza para ir a la Conselleria, donde me admite luego, que no da un palo al agua, y de hecho muchas veces ni tiene que ir.
Con este espantoso horizonte a la vista recibo la llamada de los que asignan plazas en la Conselleria con todavía un rayo de esperanza, un atisbo de fe en mi Fortuna, ya que la plaza de otro amigo que también es de informática queda liberada. Pero claro con el funcionariado hemos ido a topar, a pesar de que hace varias semanas que el chico ha informado de la vacante y de que de hecho ya está trabajando en otro sitio, cuando recibo la llamada resulta que no les consta ninguna plaza de informática… la madre que los parió a todos… y me empieza a dictar por teléfono la lista de plazas que si tienen disponibles.
En un proceso transparente y claro como pocos, en que después de dictarme varias plazas, luego me dice:
”…huy… no que está no… espera creo que tengo otra por aquí… “
y tras asegurarme que no está la que yo le digo ( con toda la credibilidad que puedan tener )… finalmente me toca ( porque es que ha sido como una lotería ) Tecnología en un instituto de Palma.
Pienso bueno, podrá ser peor, podría ser georgiano.
El mismo día me presento en el susodicho instituto en Palma, me intento consolar con argumentos como que gastaré menos en gasolina, no tendré que preparar clases…
Nada más llegar ya me recorre un mal pálpito cuando veo a un guardia de seguridad en la puerta… joder… mal vamos…
Respecto al resto del Instituto digamos que se lo podrían llevar piedra a piedra a una aldea remota del Senegal y los niños se negarían a entrar a dar clase.
Cinco minutos con el director y me lo empiezo a ver venir, es una gran bola de mierda, la oigo como va rodando por ese lúgubre pasillo mal iluminado, va rompiendo las baldosas, lenta e inexorablemente viene…
Y llega en forma de departamento de Tecnología… no sé si voy a encontrar las palabras que hagan justicia…
Me presentan a mi compañero de departamento, que muy amablemente me enseña lo que ellos denominan el “taller de Tecnología”, pero que si no fuera por sus indicaciones yo hubiera pensado que era donde tiran la basura los de electrónica.
El “taller” en una sala en un semisótano atiborrada de maquinas de carpintería y tableros de electrónica cubiertos por metro y medio de polvo, que claramente hace muchos años que nadie desentierra, no hablemos de encenderlas o usarlas. Mientras me estoy preguntando el motivo por el que la señora de la limpieza se negó hace algunos años a entrar a limpiar, vamos paseando mientras me va dando indicaciones sobre la maquinaria allí acumulada:
“ este osciloscopio no funciona, este torno no funciona, este tablero de puertas lógicas… no funciona… “
y así hasta llegar a una puerta al que hay al fondo que me advierte que no tengo que abrir porque ese cuarto está repleto de cucarachas (que asumo que si funcionan)
Cojonudo voy a dar clase en un estercolero…
Tras el paseo de cortesía intentamos infructuosamente buscar al jefe de Departamento… una vez queda claro que no está, le llama por teléfono advirtiéndome que lo más probable es que no responda si ve que es el número de la sala de profesores. Pero responde y una voz lacónica y desganada me dice que ya nos veremos en la reunión de departamento, de la que tendré noticia cuando pongan un cartel anunciándola.
El otro profesor aparentemente satisfecho del logro (casi proeza creo) de contactar con el jefe el primer día de trabajo me ayuda tan amable como infructuosamente a buscar un libro de texto del curso que debo dar, luego me muestra la sala de ordenadores ( donde debo dar un tercio de mis clases ). Supongo que a estas alturas describir la sala sería perder el tiempo, si alguien alguna vez ha visto esas fotos de las oficinas de google, se puede hacer una idea de cómo es esto, es la matriz inversa de esa foto.
Reúno valor y enciendo uno para ver que tal están,
Arranca… logo XP…pantalla de usuario & contraseña… se acabó el viaje no la conoce…
Como dato me quedo con que son 12 ordenadores grises y uno negro ( ya es algo, no me voy de vacio ) cada uno de su padre y de su madre, con pinta todos de ser mayores de edad, a alguno creo que hasta le denegarían el “Carnet Jove”.
Y aquí acaba la visita.