presidente por accidente

Como prometí/amenacé aquí está la segunda crónica de mi jornada presidencial

Cuando finalmente abrió el colegio el ganado pudo pasar a representar la pantomima de las votaciones. Eso sí sólo durante la media hora que el exaltado estuvo en "diálisis" eliminando el exceso de agua en su cuerpo y sustituyéndolo por cerveza. Como no podía ser de otra manera volvió voceando porque unos apoderados del PP llevaban una pegatina con la bandera inglesa, lo cual transgredía todas las normas. Ya que como él mismo manifestó:

( lo siguiente puede herir sus sensibilidades, si siguen leyendo es bajo su responsabilidad )

"Yo no hentiendo que coño le dizen a lo ingleses, asín que lla se estan kitando ezas pegatinas"

( las faltas aunque duras, son necesarias para describir la rudeza de su lenguaje)

Tras el revuelo que montó tuvimos que reunirnos los 7 presidentes de las mesas, llamar a la junta electoral, confirmar la legalidad de todo esto, puntualizar si estaban o no dentro del recinto, que nos definieran lo que es recinto, definir nosotros lo que rea pegatina, y valorar si los indetificaba también como miembros del PP..... era el paraíso del nihilismo. Todo para al final pedir a los del PP que llevaban las pegatinas que por favor salieran del "área de votaciones".
Ni que decir tiene que los del PP se limitaron a moverse unos 2 metros, los que les separaban del lado interior del marco de entrada al lado exterior del marco de entrada al colegio y continuaron haciendo lo mismo. Eso sí ahora amparados por la legalidad.
Tras este cambio radical y sustancial del status quo anterior, que tuvo la virtud de dejar a todos con una sonrisa de victoria, los del PSOE por conseguir algo a base de berridos y los del PP por demostrar que son los más espabilados, pudimos continuar con las votaciones.

Y así paso la mañana, amenizada por la visita del candidato socialista y el pepero que venían a ver a sus acólitos. Aunque no creáis que fue aburrida, surgieron otros retos que resolver, como si una papeleta metida en un sobre de papel reciclado y por lo tanto con un leve toque gris, es o no es, válida, "this is the question". Está no es la historia de una Penélope aburrida bordando, es más bien la de Teseo y aún no ha llegado el Minotauro.

El Minotauro en este caso es la vocal a) a la que podemos denominar vieja verde, y que desde el primer momento empezó a meterme mano. Primero fue acercándose, lo cual al menos no podía hacer sigilosamente porque no se lo permitían ni su estridente tono de voz ni su hedor a tabaco, luego continuó poniéndome la mano sobre la rodilla cuando estábamos sentados. Y es que esta señora no captaba las sutilezas, como la de apartarle la mano y soltarla con desdén sobre su propia pierna mientras la miraba a la cara. Así que debió entender que era un gesto de aprobación y paso a sobarme el culo cuando me levanté. Tras lo cual y tras expresarle con seguramente poco tacto que no creía necesario tocarme el culo para poder apoyarse y que podía sugerirle otras maneras de hacer lo mismo, el Minotauro cejo en sus intentos.

Y de nuevo tengo que dejarlo, mañana más...