15 de junio de 2008

Anécdotas irreales

Cierto día, un conductor se topó con que, desgraciadamente, se había colocado justo detrás del coche de un turista británico que, haciendo gala de las costumbres de su tierra, avanzaba lo suficientemente rápido como para alcanzar y abatir a una lechuga.
El conductor español, tras tocar la bozina repetidas veces, bajó del coche y le dijo al inglés que qué pasaba, que por qué iba con tanta parsimonia.
El inglés respondió así:
-Tranquilo, amigo, y recuerde: Ser o no ser, tal es la cuestión (Shakespeare) -tras lo cual decidió hacer caso e irse.
Al día siguiente, nuestro conductor se volvió a encontrar en la misma situación y, habiendo tomado una decisión, bajó del coche y le soltó al británico:
- ¡Hijoputa, mamón, soplapollas! (Camilo José Cela)

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