22 de mayo de 2006

DOMINGO SANGRIENTO ( al fin)

Tras un espantoso interludio de casi un año, Lord Wellington pasó por la isla cual César en la Galia, un claro ejemplo de “vini vidi vinci”.

Llegó a las once, y para el postre Marmont ( aka as “yo” ) y su ejército Imperial ya estaban dejando el campo de batalla con el rabo entre las piernas.

Esta visto que el ejército de Marmont está condenado al desastre frente a los aliados, ya van tres frustrados intentos de rehacer la historia.

Es verdad que en cada ocasión los franceses han salido un poco mejor parados, pero el resultado es sustancialmente el mismo “ A LA MIERDA EL EJÉRCITO FRANCÉS DE LA PENÍNSULA”.

Por lo menos en esta ocasión además de jugar un rato (aunque sea para perder ), hemos podido representar ( nuestra vena dramática es inagotable) la anécdota de N en la batalla de Borodino.
La anécdota es la siguiente: la mañana en que empezaba la batalla, le entregaron a N un retrato de su hijo, el Rey de Roma que aún no tenía tres años. Y un ayudante lo dejo sobre una silla frente a la tienda de N mirando hacia el campo de batalla.

Cuando empezó la batalla, N ordenó que le dieran la vuelta al retrato, porque su hijo era aún demasiado joven para ver un campo de batalla. Y de esta tontería llegamos a esta foto casi 200 años mas tarde.
Por cierto Xu estuvo allí y fue castigado por su acto de cobardía al no querer tomar el mando del ningún flanco. MiniSire le dío lo suyo ( nunca mejor dicho )

2 comentarios:

Xu dijo...

Xu, no quiso tomar partido porque cuando llegó ya se veia que no había historia y que sus famosas artes militares no eran ni necesarias para los ingleses ni suficentes para los franceses.
Así que optó por seguir la GOLEADA INGLESA desde la barrera... pontificando y hablando de él en tercera persona cual Julio César, que eso si que se le da bien.

La Mediana dijo...

Doy fe de todo lo que pontificó, como no podia esperarse otra cosa del profeta Xu.....
Después de la foto teatrera MiniSire y yo decidimos que esto sólo mejoraba con un bañito en la playa mientras su padre jugaba a soldaditos.