17 de marzo de 2008

La Columna del Odio: Tema para Jóvenes Enamorados



Que mi tío me obligase a escuchar esta canción (no ésta, una versión aún más horrible con flautass dulces y demás mierda folclórica peruana) cada mañana, mientras me obligaba a escribir sus horribles e-mails a la peruana fue algo de por sí bastante terrible, algo capaz de lapidar la cordura de cualquier ser razonable.


Pero esas cosas no dejaban de ser anécdotas divertidas (pese a todo), como las que me dispongo a relatar aquí. Es cierto, sin duda que uno puede acabar sintiéndose mal al sacar los trapos sucios de su familia (pero mentiría si dijese que somos de la misma sangre), y sin embargo,no tengo intención de dejar de hacerlos, pues me parece que se lo tiene bien merecido por gilipollas.

Comenzaré con decir, para allanar el terreno para lo bueno, que le pidió diez euros a mi madre para comprar un libro sobre fresones, pues quiere montar una plantación de fresones con los hermanos de la novia allá en Perú. También tenía pensado montar papelerías, para emular a un tío suyo al que admira, al que su madre venera, y que yo habré visto unas tres veces en toda mi existencia.

Pero lo realmente desconcertante es, creo, el hecho de que se haya comprado una vivienda en Perú. En realidad, esto no tendría por qué resultar demasiado terrible. Ha ido a Perú y, como allí las casas estaban baratas, se ha comprado una. Poco después me enteré de que en ella vivían la peruana y sus hijas. Lo cual me desconcertó.

Pero al final me acabé enterando de que, muy seguramente, la casa está al nombre de la peruana...

Pero, la verdad, no me sorprendió. Bien sabe Dios que ha ocurrido con anterioridad. Hace unos cinco años, pasó algo parecido con una portuguesa, y mi tío (hará tres años) intentó convencver al Fiscal con que le pagase un billete de unos 1000 euros a Ecuador para otra de sus novias, pero el Fiscal supo negarse. Cosa no muy difícil que cada tres sílabas, ese interfecto es capaz de regarte con una tonelada de saliva que sale de sus ya de por sí putrefactas glándulas salivares, y pasaría por su boca, que ya debe ser la cuna de un millar de infecciones conocidas y por conocer; teniendo en cuenta, además, que es elúnico ser capaz de soltar dos mentiras contradictorias en una misma oración, y que su léxico no abarca más de 100 palabras (la mayoría insultos y onomatopeyas).

La misma persona que arrojó un vaso de Coca-Cola contra nuestra pared, enfadado,`porque la buena de mi madre le advertía contra su generosidad (que me ha dejado sin Internet y sin sueño, y tengo mis dudas sobre el tema de que me desapareciese dinero), que nos estafó 800 euros (recientemente) llamando al Perú, y unos 1700 (hace años) llamando a líneas eróticas. El mismo ser que desconoce las normas de acentuación.

Y, sin embargo, está hecho de la misma materia que nosotros. Qué depresión.

Siempre pensé en hacerle un regalo al estilo de Don Vito, y que se encontrase en su cama, en medio de un charco de sangre (latina),la cabeza de su amada Marina.

Y sufriría...

5 comentarios:

Unknown dijo...

Pfffffuuuu¡¡
Lo de tu tío deja al resto de marrones familiares a la altura del betún, espero que sea tío político,porque si compartís código genético tu descendencia podría heredar algo.

Unknown dijo...

Es una larga historia...

Ald'Arion dijo...

Sabes que tenemos que decírtelo: la culpa no es de tu tío, la culpa es vuestra por aguantarle todo lo que le salga de los cojones. Quejarse es vano si no se actúa en consecuencia.

Unknown dijo...

Ya, ya lo sabemos. La solución no es quejarse.
La solución es vertirleplata fundida en ojos y lengua (al estilo de Temujin) y después empalarlo. Sin embargo, y puesto que las autoridades de este país no parecen muy afines a esta práctica, tendré que quejarme hasta que se me ocurra como evadir a la autoridad...

Ald'Arion dijo...

Ya sabes lo que has de hacer: que parezca un accidente.

Ps: plata no, que está cara, prueba con plomo, igual de efectivo, más barato y fácil de fundir.