2 de junio de 2010

Para este viaje no hacen falta estas alforjas

Imparto clases, como todos sabéis, en primero de bachiller de ciencias sociales. O al menos creía impartir clases porque ayer a un día de empezar los exámenes finales me dí cuenta de que todo mi esfuerzo había sido nulo... otra vez

Me explico, me refiero a una asignatura que se llama ciencias del mundo contemporáneo cuyo objetivo principal es dotar de un poco de cultura general en cuanto a ciencia. Y también que distingan lo que es razonamiento científico de lo que no lo es. Para que no les vendan pulseras chorras, ni se crean que el "fotón es la molécula más pequeña". Incluso les hice hacer un trabajo sobre pseudociencia.

Pues es el penúltimo día de clase, tócate los cojones, me salen con historias de fantasmas. Entre oras cosas que tuve que soportar está que la madre y la tía de una ven fantasmas y oyen voces. La madre de otra va a espiritismo y dice que su hija (mi alumna) de pequeña hablaba con gente que no existía (aquí ya no puede más y le cotesté un poco mal). La amiga íntima de la espiritista pues tiene toda una familia que veia fantasmas; madre, abuela, bisabuela... Me ahorré la influencia de la genética en la esquizofrenia o en la simple estupidez.

Apesadumbrado abandoné mi púlpito, el año que viene incluiré la ouija y la homeopatía. Y veremos la película "Cazafantasmas" como ilustración de verdad científica.


2 comentarios:

Rubén Santamarta dijo...

Si hay físic@s que llevan puestas las pulseras chorras (algun@s de ell@s catedrátic@s), ¿qué puedes esperar de un primero de bachiller de ciencias sociales?

Xu dijo...

Queremos nombres!!!

Bromas a un lado creo que efectivamente uno podría considerarlas estéticas pero ya que se venden como lo que se venden debería rechazar la pseudociencia y por muy bonitas que le parezcan no ponerselas