23 de noviembre de 2007

La Columna del Odio: Chávez y el nieto de un señor de Murcia

El aburrimiento es malo, y cualquiera que lea habitualmente este blog puede dar buena cuenta de ello.
El aburrimiento es muy, muy malo.
¿Por qué digo esto?
Pues bien. Os lo esplicaré.
Era miércoles, había pasado toda la mañana soportando el complejo de pastor que llevo encima, cuando llego a casa.
Son la una y media, buena hora.
Me coloco en mi puesto de trabajo, es decir, el ordenador, y comienzo a mirar cosas en Youtube.
Me entra la curiosidad.
No tengo nada más que hacer, y no puedo evitarlo.
La tentación es muy grande.
Tecleo 'televisión venezolana'.
Tecleo '¿por qué no te callas?'
Tecleo 'chávez'
Tecleo 'aló presidente', y aquí está el problema.
Y lo veo, lo veo, un vídeo de 45 minutos que pone 'Resumen del progrma de Aló Presidente del 15 de Febrero'.
Un resumen de 45 minuto...
No debo hacerlo.
Sé que no debo hacerlo.
Pero la tentación me puede.
¿Cuántas gilipolleces se pueden decir en tres cuartos de hora?
Pues bien, la cantidad es inimaginable, y eso que llevo recibiendo clases de 55 minutos desde los 4 años.
Sorprendente, sublime.
Estúpido.
Bien, el resumen comenzaba con uno de los famosos chistes/gracias/idioteces de Chávez. Él había traído mucho material al plató, y hizo la broma de que mucha gente estaba apostando a que no acababan a las 21:30, y él apostaba simbólicamente.
Luego (o antes), una encuesta.
Resulta que a todos los venezolanos les parece bien el plan económico de Chávez, todos están de acuerdo.
Todo va muy bien.
Lo único un POCO preocupante es la inflación, dice Chávez.
Tras dos cuartos de hora (sí, así los llamamos en mi pueblo, ¿qué pasa?) de cháchara insoportable e incomprensible, comienza a hablar de que tomará medidas, y lee cartas de gente.
Al final hará que el médico de palacio ayude a un niño, y todo eso.

En resumen.
Tras 45 insufribles minutos de cháchara, en los que llegué a avergonzarme de hablar castellano al ver lo que se podía hacer con un idioma, y la cantidad de chistes malos que se podían oir, el programa acabó, justo antes de que intentara suicidarme.

Mi reflexión final es que me cuesta tomar a Chávez como un dictador serio, parece más bien un payaso. Un payaso hipócrita que va a hundir Venezuela, que antes de que llegara casi merecía estar a las puertas del primer mundo, y que cuando esto acabe estará bien hundida en el tercer mundo.

Y bueno, no digáis que no os avisé...


2 comentarios:

Xu dijo...

Te puedo indicar unas cuántas cosas para llenar tu tiempo. Qué dureza!!!

Pero igual te mereces la orden de Lenin por aguantar eso como un valiente... eso y las clases desde hce cuatro años (qué grande!!)

Unknown dijo...

Sin duda, de hecho, lo veo a trozos cuando me aburro.
Es como una especie de entrenamiento espartano.