10 de diciembre de 2007

La insoportable levedad de ser Tomás: La dramática excursión del miércoles... que nunca se realizó

Sniff.
Sniff.
Estamos a día 10 de diciembre, y la excursión, en teoría, era el 26 de octubre.
Pues bien, dicho día, llovía. Pero cosa mala. Llovía mucho. En circunstancias parecidas nos tendríamos que haber ido a Lluc, pero la tormenta (justamente) se dirige a Lluc.
Pero bueno, que no cunda el pánico, gracias a Dios la Administración cuenta con todo, y nos tienen reservada una interesantísima sesión de, tachán tachán, ¡Romeo y Julieta!
Y en Technicolor y todo, fíjate, sí, sí, así como os lo digo.

Bueno, tras una jornada de miércoles pasada por agua, lo aplazamos, aproximadamente, unas dos o tres semanas.
Pero un día nos dicen que lo sienten, que el servicio metereológico dice que lloverá...
La cuestión es:
¡¿Y a mí que coño me importa lo que diga nuestro servicio metereológico?! ¡Estamos hablando de los mismos subnormales que no pudieron detectar que se nos venía un Cap de Fibló encima hasta que el primer killo salió volando!
Por supuesto, el miércoles en cuestión, hace tan buen tiempo que uno casi puede salir al parque a bailar, cantar, ligar, y esas cosas que hace la gente (normal) los hermosos días de otoño (¿o era primavera? es igual, es todo la misma mierda).
Era un día tan bonito que casi se podía oír 'La Mañana', de Grieg. Sí, hmmm, de heco, se oía. ¿O era yo? No sé, desde que oí aquella vez, caminando por el instituto, algo que parecía un coro de voces angelical y, literalmente, me oriné de miedo (bueno, en realidad, orinar era el objetivo principal de mi expedición), no consigo saber si estoy loco o es cierto. ¿Quién iba a decir que ese 'coro angelical' era el coro de profesores?

Pues bueno, en teoría, la excursión, se aplazó al miércoles de esta semana, pero resulta que, quién lo iba a decir, lo aplazan.
Todavía no sabemos por qué, pero si es porque llueve voy a comenzar a repasar el árbol genealógico de muuuuuuucha gente.

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