3 de agosto de 2005

columna del odio motorizada

Si bien de Pere ( quien me vendió el coche ) no tengo ninguna queja sino todo lo contrario, se ha portado con nosotros excelentemente.
Dell incompetente ( y no es un insulto es descriptivo ) que luego me hizo la entrega del coche, al que desde ahora denominaremos interfecto R ( R de Ramón en la cabeza tengo un cojón ), si que necesito aclarar cuatro puntos en esta columna.
Es de las personas menos profesionales y capaces que he conocido. Si le molesta entregar un puñetero coche, que no ha vendido él, que se lo diga a su jefe o que dimita, o que llore en la intimidad, pero que no le toque las pelotas al cliente.
A primera vista, por el tamaño, el pelo y el garbo que imprimía al andar, sino fuera porque llevaba pantalones y una camisa, hubiera quedado convencido de que el coche me lo entregaba un gran simio amaestrado, y todavía hubiera tenido suerte si así hubiera sido, porque este no estaba amaestrado.
Ya la cosa empezó mal, cuando el Lunes le llamo para indicarle que pasaré a última hora de la trade y no a las cuatro a recoger mi nuevo coche, me dice que no que tiene que ser a las cuatro o nada. QUE¿¿?? No lo entendí muy bien acaso mi coche caduca y tras las cuatro ya se lo dan a otro?
Pero en fin eso importó poco porque igualmente ya no pude pasar ese día a por el coche ya el señor no encontró un momento en toda la mañana para llamar y compartir conmigo o con mi seguro los datos y la matrícula de mi coche. A última hora de la tarde le llamo yo , él a mi no lo consideró necesario. Y aquí debo comenzar a transcribir, no es literal, pero es fiel reflejo de la conversación.

R: Sí, sí que tengo los datos. Yo te doy la matrícula y ya está
Moi: Pero el seguro me ha dicho que necesita no sólo eso sino la ficha técnica
R: NO, no que va
Moi: Supongo que ellos sabrán lo que necesitan…
R: Que va, con la matrícula les basta

Al final tras repetir esta conversación de besugos tres veces le digo que mañana ( hoy ya han cerrado ) llame a mi seguro y se aclare con ellos.

Como supongo que todos podéis imaginar al día siguiente el hombre no sufrió un ninguna mutación extraña que le hiciera evolucionar de repente 10.000 millones de años hasta el Sapiens Sapiens.
Tras esperar una hora desde que habían abierto el concesionario llamo a mi seguro, por supuesto nadie les ha llamado. Tras explicarlos la estúpida disquisición que ayer tuve con el proto-humano les pido que le llamen y le recalquen los papeles que necesitan, que yo no le resulto convincente. Quedamos que me llamaran ellos, a todo esto los del seguro demuestran tener bastante paciencia y buena predisposición. Por otra parte es su trabajo.
Otra hora después, llamo al seguro, me indican que han logrado hablar con él y que no ha objetado nada ( tienen más suerte que yo ), que han quedado que ahora se lo enviaba todo por fax. Lamentablemente el concepto de ahora de nuestros antecesores evolutivos parece que era un poco laxo.
Hasta el gorro de esperar en casa me voy hacia el concesionario, intentaré hacerme entender por signos con R. Leí alguna vez que es la forma más antigua de comunicación y quizás esta la domine, al menos los conceptos más rudimentarios.
Afortunadamente desde el seguro realizan a su vez nuevos intentos, y en algún momento de lucidez, logra enviar un fax con los datos.
Así pues tras casi tres horas y media logro tener seguro, para poder ir a recoger mi nuevo coche.
Del tema de la entrega misma del coche, mejor hago otro capítulo, que este se esta alargando. Pero adelanto que tiene todos los elementos de las tragedias griegas, sólo falta un muerto al final que se suicide por honor ( lamentablemente )

No hay comentarios: