16 de octubre de 2005

Cuentos de Scotchland: A wee drum

Hoy simplemente voy a relatar una curiosidad que nos encontramos durante la visita de mi fiancée a Escocia. Ella quería llevar algunos regalos, y uno de los que le habían encargado era una botella de Scotch. Como ya os he contado, las marcas convencionales son mucho más caras aquí, pero me acordé de una cosa: se pueden comprar pequeñas botellas de 20cc de marcas especiales, muchas de ellas que sólo se comercian en la propia destilería o en la tienda de al lado. De hecho, durante nuestra visita al castillo de Stirling encontramos una de esas, y pudimos comprar un de esos recuerdos, con su cajita y todo. Eso sí, al entrar en la tiendecilla casi nos tira el olor para atrás. Además, la dependienta nos ofreció probar el producto local pero como os podéis imaginar no cayó la breva, aunque la cara de la mujer lo dijo todo (vaya dos pardillos, comprando whisky del bueno sin probarlo antes…). En fin, mirando la guía me he enterado de que hay rutas turísticas que te llevan por varias destilerías donde puedes tomar un “wee drum” (vaso de chupito en “Scots English”) y comprar la especialidad, para luego ir haciendo colección de botellitas como quien colecciona cromos de fútbol. Impresiona un poco ver la cantidad de “marcas artesanas” que hay, cada una con su sabor característico.

Por cierto, sólo para los amantes del periodo napoleónico: estuve en el museo regimental del 91 y 93 de línea. Sólo os diré que había uniformes, botones, banderas y fusiles de la guerra de la independencia (además de otras campañas, estos tíos se han dado leches por todos lados). Creo que la fiancée está aún impresionada de la forma en que disfruté el museo y todavía deben estar limpiando la baba que dejé en las vitrinas…

Otro día cuento más cosas de Stirling y Glasgow.

Cheers,

3 comentarios:

Xu dijo...

Ahi estamos, dejando nuestra marca por allá donde vamos.

Unknown dijo...

fotos, fotos, necesito fotos

La Mediana dijo...

Y con esta panda de frikis me voy a Austerlitz......., después de nuestra visita habrá un lago nuevo por esas tierras, el que hagais con vuestras babas.