6 de octubre de 2005

GRANDES BIOGRAFIAS: CAYO JULIO CESAR IV

En 62 aC presentó su candidatura a la pretura ganando las elecciones con el mayor número de votos y siendo designado praetor urbanus, jefe de magistrados de Roma en 62 aC. El año siguiente ejerció la propretura, un mando militar en la Hispania Ulterior, donde llevó a cabo una brillante campaña en las costas de Galicia y el norte de Portugal combinando ingeniosamente los desembarcos anfíbios con ataques por tierra y demostrando una aún pequeña parte de su increíble talento militar.
Y así hasta alcanzar la más alta magistratura: el consulado ganado el año 59 a.C. tras una aplastante victoria en las elecciones con el apoyo de Craso y Pompeyo, los dos hombres más poderosos de Roma a los que consiguió unir en un proyecto común (el famoso Triunvirato) cuyo objetivo era reformar el sistema desde dentro.
Su año de gobierno constitucional fue un auténtico terremoto en el que sentó las bases para las grandes reformas políticas, económicas y sociales que Roma necesitaba, creando un cuerpo de leyes que sería la base del Derecho Romano y legislando una reforma agraria para dar tierras públicas a las familias más pobres, cosa que le granjeó aún más odio de un Senado compuesto por terratenientes. En 58 a.C., marchó a ejercer su mando como procónsul de la provincia romana de la Galia Cisalpina, zona que actualmente ocupa el norte de Italia. Esta provincia era una pequeña porción de las Galias, un enorme territorio que abarcaba lo que hoy es Francia, Luxemburgo y Bélgica y que tenía más guerreros en edad de empuñar las armas que habitantes toda Italia. Allí César habría de contener en su primer año de mandato, en 58 a.C. las sucesivas invasiones de helvecios y germanos que pretendían invadir Italia. En una increíble campaña relámpago exterminó a los helvecios y aplastó la ofensiva germana. Sin embargo, César comprendió que sólo una Galia unida y fuerte podría contener a los germanos y al pretender unir a todos los pueblos galos bajo la tutela romana, para asegurar la defensa de Italia, éstos se levantaron en armas contra César.
Ocho años tardó César en pacificar toda la Galia, combatiendo además a los germanos más allá del Rhin y a los británicos más allá del Canal de la Mancha, pero tras ocho durísimas campañas, pudo declarar ante el asombro del Senado y del Pueblo de Roma que toda la Galia estaba conquistada.
En esos ocho años, César había combatido ininterrumpidamente contra más de 3.000.000 de guerreros helvecios, galos, germanos y britanos. 1.000.000 de ellos murieron. 1.000.000 fueron hechos esclavos. 800 ciudades fueron conquistadas. 300 naciones sometidas.
Los efectivos romanos nunca superaron los 50.000 hombres. Los romanos, que nos los totales, porque se dedicó a pactar con tribus galas, para aniquilar a otras tribus galas. De cualquier manera fue uno de los más grandes genocidios de la historia, se estima que acabó con el 60% de la población de la Galia en aquellas fechas. En realidad parte de la “romanización” de la Galia.
Sin embargo, este éxito, disparó todas las envidias y rencores de la aristocracia dominante en Roma. Las conspiraciones de sus enemigos conservadores le cerraron todos los caminos posibles, llegando a acusarle de traición y pidiendo públicamente su condena exilio. Muerto Craso en el desastre de Carras, Pompeyo, irritado por la creciente gloria militar de César, se pasó al bando aristocrático que pretendía acabar con César por medios completamente ilegales, obligando a César a marchar sobre Roma al frente de las legiones a las que durante ocho años había conducido, de victoria en victoria por toda la Galia. El 13 de enero de 49 a.C. César cruzó el río Rubicón (frontera entre su provincia e Italia). No obligó a nadie a seguirle, pero sus hombres respondieron como un bloque y secundaron a su general. "¡Vayamos allá donde nos llaman los dioses y la injusticia de los hombres! ¡La Suerte está echada!" fue el grito de guerra de César,
al que sus legionarios, supuestamente, contestaron con el celebérrimo de
¡O CÉSAR O NADA!
( pongo supuestamente porque esta frase a mi me suena que es de Cesar Borgia, y que como todas estas grandes frases se las van atributendo todos los que la dicen, o son directamente falsas )

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